Mérida es la ciudad más antigua de México y también una de las más bellas. Se le llama “La Ciudad Blanca” y se considera la más segura para vivir en México. Le sorprenderá no solo por el ancestral legado maya que permanece vivo y en cada rincón de esta ciudad, sino también por los restos de la influencia europea que modificó la arquitectura, la gastronomía y las costumbres de esta parte única de México.
Si visita Mérida, descubrirá la belleza de la capital de Yucatán visitando estos sitios:
- Paseo de Montejo: Esta gran avenida lleva el nombre de Francisco de Montejo, el conquistador español que fundó la ciudad en 1542 que se inspiró en los Campos Elíseos de Francia, y cuenta con 3.4 millas de grandes mansiones del siglo XIX. La avenida ofrece una variedad de hoteles boutique de alta gama, deliciosos restaurantes, galerías de arte y tiendas. No se pierda pasar por la legendaria heladería “Colón”. La mayoría de las mansiones ahora se transforman en museos, bancos o negocios; se puede admirar la arquitectura francesa y presenciar el auge económico que tuvo este estado gracias al “henequén” (fibra de sisal u oro verde), producido y exportado a Europa hace siglos.
- Gran Museo Del Mundo Maya: Este es un museo de primera clase que exhibe 1160 cerámicas antiguas notablemente bien conservadas y reliquias arqueológicas rescatadas de los muchos sitios arqueológicos que tiene este maravilloso estado, como Chichen Itzá, Uxmal y Ek Balam. Este museo tiene la intención de reconocer la etnia de la cultura y las personas mayas como una cultura en vivo, así como su herencia milenaria. Es un gran lugar para ampliar su conocimiento sobre esta impresionante cultura antes de visitar cualquier sitio arqueológico.
- La comida: la gastronomía de Yucatán se basa en carne de cerdo, venado, pavo, chile habanero, axiote, frijoles negros, tortillas y algunos ingredientes europeos.
Pruebe el cerdo asado a fuego lento “Cochinita Pibil”, cocinado bajo tierra con axiote y envuelto en hojas de plátano, “Panuchos” (tortillas de maíz rellenas de frijoles, ligeramente fritas y adornadas con tomates, lechuga, carne molida, pollo o pavo, aguacate y cebolla en escabeche) o “Salbutes” (igual que los panuchos pero sin los frijoles). Uno de sus manjares es el “Queso Relleno” (relleno de cerdo preparado con cebolla, ajo, alcaparras y aceitunas, relleno de queso Edam) y “Sopa de Lima” (sopa de lima con pavo desmenuzado y tiras de tortillas fritas).
Los procesos de cocción y los sabores abundantes de esta gastronomía única lo sorprenderán. - Las Haciendas: Construidas entre los siglos XVII y XIX, las Haciendas eran propiedad de familias nobles españolas que producían y exportaban cuerdas de fibra natural a Europa. La cuerda derivada del “henequén” o planta de agave también se la conocía como “oro verde”. Yucatán se convirtió en una economía en auge que tenía exportación y comercio con otros países europeos y un contacto mínimo con el gobierno central, la sociedad y las empresas de México. Estas haciendas son coloridas y majestuosas, los edificios están restaurados a la perfección y aún conservan muebles, candelabros y tapices franceses antiguos que lo transportan al pasado. La mayoría de ellos se han transformado en hoteles boutique de lujo, pero aún puede disfrutarlos sin ser un huésped, deteniéndose para almorzar en algunos de sus restaurantes. Hay muchas más haciendas diseminadas por el estado de Yucatán.
Hay mucho que ver en Mérida y sus alrededores, las impresionantes ciudades mayas antiguas y sitios arqueológicos como Chichén Itzá, Uxmal y Ek Balam, Celestún (reserva de flamencos), Izamal (la ciudad amarilla) o nadando en pozos de agua dulce llamados “cenotes”. La lista puede seguir.
Si visita Mérida, planifique el tiempo suficiente para descubrir la belleza de la capital de Yucatán.